Naomi Campbell y sus zapatillas Adidas en Instagram

La publicidad encubierta en las revistas de moda

La semana pasada la modelo Naomi Campbell se veía envuelta en polémica a raíz de una publicación en su perfil de Instagram en la que aparecía mostrando un par de zapatillas Adidas. El problema no eran las zapatillas en sí, sino que la modelo —o probablemente la persona encargada de gestionarle las redes sociales— hizo un copy & paste directamente desde el correo que le envió su contacto en la marca. Y la lió parda.

El texto de acompañamiento de la foto tendría que haber sido: Gracias a mi amigo Gary y a todo el equipo de Adidas. Me encantan estas zapatillas 350 SPZL. Pero en lugar de eso el texto fue: Naomi, me alegro de verte tan bien. ¿Podrías poner algo como «gracias a mi amigo Gary y a todo el equipo de Adidas, me encantan estas zapatillas 350 SPZL»?


Desde la cuenta de la modelo reaccionaron rápidamente, pero como ya suele ser habitual en estos casos, siempre hay alguien más rápido que hace una captura de pantalla para que ningún despistado se pierda detalle. 

La anécdota viene a añadir más leña al fuego a otro tema muy candente dentro del mundillo de la moda: el de la publicidad encubierta en blogs y cuentas de Instagram. El hecho de que muchas marcas prefieran emplear sus presupuestos en aparecer en blogs o perfiles de ciertos influencers en lugar de en los medios tradicionales de toda la vida es algo que siempre ha levantado muchas ampollas. Por eso no se ha tardado en estigmatizar a ese grupo de bloggers e instagramers que han querido aprovechar la coyuntura para hacer negocio.

En algunos países ya se ha puesto en marcha la maquinaria pertinente para crear una legislación que obligue a avisar a los lectores si un contenido es patrocinado, o si la marca en cuestión ha cedido el producto para que se hable de él. Y a mí esto no me parece mal. Soy bastante transparente en lo que respecta a mis colaboraciones, y llevo a rajatabla lo de no hablar cobrando de algo de lo que no hablaría gratis. Cada vez que negocio un post patrocinado lo hago a sabiendas de que podré darle el enfoque necesario para aportar información de valor para mis lectores. Y sí, yo también he rechazado campañas muy bien remuneradas por el mero hecho de que no me sentía identificada con el producto, por muy utópico que pueda resultarle esto a algunos.

Como decía antes, me parece estupendo que se regule de forma legal todo este asunto y que se cree alguna clase de código o nomenclatura que nos permita discernir el tipo de interés económico que hay detrás de cada contenido. Pero me gustaría que esto no fuese así únicamente para los blogs o cuentas de redes sociales de los influencers.

Porque esto de la publicidad encubierta no es ninguna novedad, y si no que se lo digan a las revistas de moda. Obviamente no me refiero a ese centenar de páginas con campañas publicitarias que nos encontramos nada más abrir cualquier ejemplar al azar de cualquier gran cabecera. Me refiero a los bazares y bodegones en los que las estilistas de turno nos aconsejan cuáles son las prendas imprescindibles en las que hay que invertir cada temporada, o la mejor forma de combinar ese bolso estrella o esos zapatos de firma con los básicos de nuestro fondo de armario.

Supongo que no hace falta decir que ni ese bolso estrella ni esos zapatos de firma están ahí por casualidad. Porque colocar determinadas prendas y accesorios de forma estratégica en esos bodegones forma parte de los acuerdos publicitarios que las revistas tienen con esos anunciantes de las primeras ciento veinte páginas. Eso por no hablar de esos reportajes sobre hoteles maravillosos en la sección de viajes. O de la ropa que lleva la famosa que protagoniza la portada.

Porque al menos a los blogs uno accede gratis, pero para leer estas revistas plagadas de publicidad encubierta encima hay que rascarse el bolsillo y pagar una media de 4€.

Por eso espero que, llegado el momento, no solo los blogs tengamos que avisar de forma llamativa de cada una de nuestras colaboraciones, sino que esto se aplique también a todo ese contenido sospechoso de las grandes revistas, que probablemente mueven mucho más dinero que todos los influencers digitales juntos.

Y ya puestos me gustaría también que, en la próxima alfombra roja del próximo evento cinematográfico, al lado de la actriz de turno posando con un espectacular diseño de alta costura haya un asistente con un cartel enorme que ponga «Menganita lleva ahora mismo ese vestido porque la firma le paga por hacerlo».

Fotos | Naomi Campbel

2 comentarios sobre “La publicidad encubierta en las revistas de moda

  1. Jajajajaja Apoyo el cartelito a Menganita! XD
    Yo aviso de cuando algo es colaboración con la marca y me parece lo correcto (en breve subo un vídeo con cositas de Kryolan! :D), pero es verdad que a veces te ofrecen cosas que dices… ni loca! (me pasó con una firma de chismes de esos que te absorben el labio para dejártelo como cual morcilla de Burgos jijiji).
    Lo del product placement de las revistas a veces clama al cielo, sí… :s
    Un besote guapa!!

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