Hace unos días recibí en casa un regalito de Lebioc: un pack con la crema hidratante antiarrugas, aceite puro de rosa mosqueta y jabón exfoliante. Mucho se ha hablado sobre las maravillas de la rosa mosqueta y sus increíbles propiedades para la piel, pero he de reconocer que nunca había encontrado ninguna crema que me gustara debido a la intensidad del olor de sus ingredientes.
Sin embargo, he de decir que la Crema Hidratante Antiarrugas de Lebioc ha solventado con nota ese pequeño detalle, así que desde que me ha llegado a casa la uso todos los días como crema de mañana. La textura de la crema es tan fluida, que basta un poquito para toda la cara. Se absorbe de maravilla, y a pesar de mi piel mixta no tengo problemas ni sensación de grasa, y la puedo usar debajo de mi base de maquillaje. En el prospecto promete reducir la profundidad de las arrugas en cinco semanas. Aunque lo mío son más marcas de expresión que otra cosa, ya os comentaré qué tal dentro de un mes. De momento, os la recomiendo sólo por la sensación de hidratación y bienestar que deja en la piel. El bote es de 50 ml. y su precio es 42 euros.
La segunda sorpresa ha sido el Jabón Exfoliante. No suelo usar jabón en pastillas porque normalmente me deja las manos un poco secas, pero el jabón de Lebioc no sólo huele bien, sino que además hidrata y exfolia de manera muy suave sin irritar, ya que no tiene microgranos. Lo estoy usando para las manos y la cara, y la verdad es que estoy bastante satisfecha con él. Su precio es de 6 euros.
El tercer producto era el Aceite Puro de Rosa Mosqueta Licotop. En éste ya he notado más el olor intenso a rosa mosqueta, aunque se supone que es para un uso mucho más localizado, o al menos yo lo estoy utilizando en zonas problemáticas más concretas. Se supone que es un regenerador cutáneo, y que sirve también para las pequeñas cicatrices, pero ese tipo de resultados sólo podré comprobarlo a largo plazo. Cuesta 52 euros, y el envase es de 30 ml.
Siempre he sido un poco escéptica con los «milagros» de la rosa mosqueta, pero lo cierto es que Lebioc ha sido un gran descubrimiento, sobre todo la crema antiarrugas.
Además, otra de las cosas que me ha encantado ha sido descubrir que esta marca apuesta por la cosmética ecológica, con envases reciclables y productos sin conservantes, y que no realizan pruebas crueles e innecesarias en animales.





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