El LBD, vestidito negro o petit robe noire, como lo bautizó Chanel, es ese vestidito negro, versátil, con un corte favorecedor y que puede ser lo suficientemente camaleónico como para parecer sobrio por la mañana en la oficina y chic en ese cóctel de última hora de la tarde, dependiendo de los complementos con los que lo aderecemos.

Hace unos años estaba tan obsesionada con encontrar el LBD perfecto que llegué a tener más de una docena en el armario. Ahora me he vuelto mucho más moderada y solo tengo tres o cuatro, que voy renovando cuando encuentro alguno que creo que me queda mejor. 

Ante la duda, un vestido negro es en la mayoría de los casos un acierto seguro, y me sigue fascinando ver cómo un simple complemento puede ser el toque mágico que lo transforme. En el caso de esta chica que encontré en Cibeles se trata sin duda del cinturón negro y dorado, que le da un aire muy sofisticado al vestido.

Me encanta el corte del vestido, las líneas minimalistas de la parte superior y el volumen algo más cincuentero de la falda. La chica lo combinada con un bolso de tipo bowling de Bimba&Lola y unas sandalias de ante negro con cuña de madera.

¿Cómo soléis combinar vosotras vuestros LBD?