Tener una lista de productos imprescindibles para llevar siempre encima como la que os comentaba en mi último vídeo no resulta muy útil si al salir de casa una decide cambiar de bolso en el último momento, y acaba olvidándose en alguno de los bolsillitos interiores esa ampolla de efecto flash que inevitablemente vamos a necesitar tras ocho horas de oficina y antes de esa cita tan importante.

Como habéis sido varias las que me habéis comentado que no os gusta llevar encima cosméticos caros por miedo a acabar perdiéndolos, hoy he querido confesaros mi truco para no volver a tener estos despistes tan imperdonables. Cuando digo imperdonables lo hago con conocimiento de causa, ya que no os costará nada imaginar lo mucho que duele usar un bolso que por un motivo u otro llevaba unos meses olvidado en tu armario, y encontrar dentro tu rímel favorito caducado (historia basada en dolorosos hechos reales).

Mis despistes de este tipo han llegado hasta el extremo de olvidarme no solo cosméticos, sino las propias llaves dentro del bolso equivocado, con la consecuente e inevitable llamada al cerrajero después. 

Pero hace unos meses hice una mínima inversión, apenas doce euros me costó el invento, que ha puesto fin a mis quebraderos de cabeza y a esas sensación de desasosiego que una tiene cuando cree que se está olvidando de algo importante. Se trata de un organizador de bolso, una invención que debería de tener un lugar de privilegio entre la rueda y la bombilla, y que yo encontré hace tiempo paseando por la tienda online de Salvador Bachiller.

El concepto no deja de ser el de un bolso dentro de otro bolso, pero es tan práctico que no sé cómo no se inventaron ambos al mismo tiempo. Como ya os he dicho, son baratísimos, y podéis encontrarlos en diferentes modelos. Por su forma y material se adaptan perfectamente al interior de cualquiera de vuestros bolsos, y te ahorran una cantidad considerable de tiempo y preocupaciones a la hora de cambiar tus cosas de un bolso a otro. Por no hablar de lo fácilmente accesibles que tendrás tus pertenencias que, como todas sabemos, tienen una peculiar tendencia al caos más absoluto cuando una se decide a lucir un shopping bag.

Ahora ya no tenéis excusa para llevar siempre encima todos esos productos imprescindibles que nos sacan de mil apuros.