Todo lo bueno se acaba y el verano no iba a ser menos, pero no quería dejar escapar la oportunidad de hablaros un poco de los productos que me han acompañado en mis días de playa, de esos imprescindibles que no han faltado en mi capazo. Lo de capazo es una forma de hablar, porque este año con eso de preparar equipaje para quince días me ha tocado aprovechar al máximo el espacio de la maleta y lo único que he podido permitirme es el bolso de rafia que veis en la foto. Me lo llevé de uno de esos tenderetes típicos de la playa en los que te venden desde toallas hasta gafas graduadas, pasando por animales hinchables de todo tipo y tamaño. No es el más chic de los bolsos de playa, pero se quedaba completamente plano y podía guardarlo sin problemas en la maleta, así que no necesité más razones para convencerme.
Y ahora sí, os cuento quiénes han sido mis compañeros inseparables este verano.
- Protector solar Avène 50+ para pieles sensibles mixtas/grasas. Es mi protector favorito para la cara. No deja la piel completamente mate (no olvidemos que es un protector solar), pero casi. Y no deja el típico rastro blanquecino delator cuando te lo aplicas. Yo lo uso para cara, cuello, escote y dorso de las manos.
- Protector solar Hawaiian Tropic Silk Hidratation factor 50. Este es el que uso para el resto del cuerpo. Lo descubrí el verano pasado, no deja la piel grasa (alguna vez incluso lo he llegado a usar para la cara) y estoy tan enganchada a su olor que en realidad no solo lo uso en verano: como los botes de protector caducan de un año para otro, lo que yo hago es usar como hidratante para las piernas durante el otoño lo que me sobra después de las vacaciones.
- Protector en aceite seco factor 15 de Polysianes. Es la primera vez que utilizo algo de esta marca. No me gustan los protectores en aceite porque siempre dejan la piel un poco pringosa, así que me llevé este aceite a la playa pensando más en usarlo como protector para el cabello, ya que el envase indica que también puede utilizarse para eso. Justo antes de viajar decidí oscurecerme un par de tonos el pelo para no volver de la playa más albina que Daenerys Targaryen, y gracias a este aceite de Polysianes y a mi glamurosa gran amiga la pamela he conseguido volver con el color en muy buenas condiciones.
- Uniq One Coconut. Uso Uniq One desde hace tiempo, ya os hablé de este acondicionador sin aclarado en este post, así que cuando vi que habían sacado una versión veraniega con olor a coco no me lo pensé dos veces y lo compré. Tenía miedo de que el olor me resultara demasiado empalagoso, pero al final era más sutil de lo que esperaba. Ha sido de gran ayuda a la hora de desenredarme el pelo después de cada chapuzón.
- Huile Prodigieuse de Nuxe. No es un producto barato (el bote que veis en la foto me costó unos 30€), pero es una de esas compras que merecen la pena. Puede usarse para cuerpo, cara y cabello. Yo por motivos obvios no me lo echo en la cara, pero lo he estado usando para mimar el pelo después de tanto sol y tanta sal, y para sustituir al bote de leche hidratante que uso cuando estoy en casa (seguimos con lo de ahorrar espacio en la maleta).
- Gel regenerador de Rosa Mosqueta de Repavar. A mi amiga Azu su dermatólogo se la recomendó para las típicas arruguitas que empiezan a aparecer en el escote, así que le copié la recomendación y me la compré yo también. Podéis encontrarla en cualquier parafarmacia por un módico precio que ronda los 10€. Tenía miedo de que no me gustara el olor (el de la rosa mosqueta no está entre mis preferidos), pero tiene un aroma dulce y suave. Se ha convertido en mi reparadora-comodín: la uso muchas noches en el contorno de ojos, en el escote, cuando tengo los labios secos o agrietados, para suavizar las cutículas… Es un producto todoterreno, como la 8 horas de Elizabeth Arden pero con mejor olor y sabor, y por menos de la mitad de precio.
- Cepillo para cabello fino de Michel Mercier. Si veis mis vídeos ya os habréis dado cuenta de que este cepillo me acompaña desde hace mucho tiempo. Por unos 10€ podéis conseguirlo en perfumerías y grandes superficies comerciales. Hay tres modelos: para cabello normal, fino o grueso. Desenreda con suavidad y sin dar tirones. Si no fuera por este cepillo me habría pasado hace mucho a la melena midi, porque mi pelo se enreda mucho y encima se parte con facilidad, por lo que desenredarlo puede llegar a ser muy desesperante.
- Neceser neón de Super Dry. Este neceser tan molón pertenece a la línea de productos de belleza que ha lanzado este verano la marca Super Dry, y me ha venido genial para guardar el móvil, el monedero y otras cosas que quería mantener alejadas del agua y de la arena.
- La semana laboral de 4 horas, de Timothy Ferriss. Leí una de las primeras ediciones de este libro hace unos años y se convirtió en mi motivación para arriesgarme a dejar un trabajo estable con contrato indefinido que consumía todo mi tiempo y cambiarlo por volver a la inestable pero apasionante vida de bloguera freelance. Por eso cuando vi que habían sacado una nueva edición ampliada me hice con ella y ha sido mi lectura durante estas vacaciones. Es un libro imprescindible para quienes se plantean un cambio en su vida laboral, y ofrece entre otras muchas cosas tácticas para que renegocies con tu empresa para que te dejen teletrabajar algunos días a la semana, en el caso que que no quieras tomar una decisión tan radical como la mía. A mí el salto sin red me salió bastante bien, ha sido con diferencia una de las mejores decisiones de mi vida. Ahora no solo trabajo en proyectos que me gustan mucho, sino que elijo cómo lo hago y el tiempo que quiero dedicar a cada proyecto. Si quieres leer La semana laboral de 4 horas puedes comprar el libro en los siguientes enlaces:
La semana laboral de 4 horas: 4ª edición ampliada
The 4-Hour Work Week: Escape the 9-5, Live Anywhere and Join the New Rich (versión Kindle)
¿Qué tal han ido vuestras vacaciones? ¿Qué productos de belleza habéis probado y me recomendáis? ¿Habéis leído el libro de Timothy Ferriss? 🙂
Un comentario sobre “Dentro de mi capazo”