Ayer cometí el error de probarme unos pantalones en Primark. Es algo que no suelo hacer porque casi siempre llevo prisa o hay mucha cola en los probadores, así que si dudo entre dos tallas de alguna prenda siempre prefiero comprar las dos para probármelas tranquilamente en casa y pasar después a devolver la que no me esté bien. Pero ayer yo tenía todo el tiempo del mundo y no había demasiada gente en el establecimiento, por lo que me aventuré en los probadores con un pantalón vaquero en dos tallas diferentes.
En los probadores de las tiendas de cierta categoría todo está estudiado al milímetro y tanto la iluminación como los espejos se colocan pensando en que las potenciales compradoras se vean siempre favorecidas. Puede que parezca un poco tramposo, pero la realidad es que a nadie le gusta que le llamen la atención sobre su celulitis galopante cuando va de compras, que es exactamente lo que me ocurrió a mí ayer por la tarde.
Que no es que yo no supiera ya a estas alturas que lo que hay entre la celulitis y yo es una de esas pocas historias que dura para toda la vida. El shock viene porque aquella iluminación maldita, tan dura y tan vertical, hizo que mi piel de naranja se viera mucho más marcada de lo habitual. Y no pude evitar sentirme culpable, porque es verdad que este último año he estado llevando un estilo de vida mucho más sedentario de lo que debería.
Intenté tomármelo con humor y que no me afectara más de lo necesario, pero quince minutos después estaba haciendo la compra de la semana en el súper y cuando me quise dar cuenta llevaba la cesta llena de fruta y verdura. Como si la compra la estuviera haciendo otra persona. Nada de pizza, nada de pasta, nada de chocolate. Y lo que es peor aún: al llegar a la sección de cosmética me sorprendí a mí misma mirando con esperanza los leggings reafirmantes y remodeladores de Nivea. 
Supuestamente combina tecnología de compresión con coenzima Q10 micro-encapsulada en el tejido que se va liberando con el movimiento.
Reconozco que soy muy escéptica con estas cosas, pero entre el shock del descubrimiento celulítico y el cartel de oferta que tenían los leggings (estaban a 19,90€ pero desconozco el precio original) llegué a la conclusión de que los necesitaba. Me encontré con que solo estaban disponibles en dos tallas, S-M o L-XL, pero no había forma humana de adivinar la correspondencia de esas dos tallas con las tallas númericas o con medidas en centímetros. Eché mano del teléfono y de San Google y al final acabé descubriendo que la talla más pequeña sirve para quienes usen entre una 36 y una 40, y que la talla grande es para mujeres a partir de la 42, así que me llevé la pequeña. Parece una tontería pero lo de elegir la talla es arriesgado porque los leggings vienen precintados y una vez que los abres no los puedes devolver. Así que si te equivocas te los comes con patatas te tienes que aguantar.
Cuando llegué a casa y los saqué de la caja casi me muero del susto al ver lo pequeños que eran. Y era lo lógico, porque si no eran de ese tamaño no sé que efecto remodelador iban a tener sobre un cuerpo de talla 36. Lo que resulta un poco absurdo es que pretendan meternos en el mismo saco a los culos las chicas de la talla 36 y la 40.
Entonces leo en la caja: Si necesario, estirar ligeramente antes del primer uso. Sí, sí, muy necesario lo de estirar, así que estiré y forcejeé con ellos durante unos diez minutos hasta que conseguí ponérmelos. Y digo yo que si todos los días voy a tener que sudar tanto para ponérmelos seguro que algo adelgazo.
Una vez puestos pude comprobar que son leggings en cuanto a la forma, porque se cortan en el tobillo y no tienen pie. Pero en lo que a material se refiere son más bien como unas medias, gorditas pero que se transparentan, por lo que solo se pueden usar con faldas y vestidos, o con jerséis de tipo oversize. Así que nada de ilusionarnos con llevarlos con una camisita vaquera como la chica de la foto. El efecto remodelador inmediato es parecido, aunque algo más suave, al de los leggings push-up de Calzedonia.
En el envase pone que garantizan su efectividad hasta 30 lavados, así que haciendo un cálculo aproximado de dos o tres lavados por semana llegamos a la conclusión que el efecto del Q10 micro-encapsulado en el tejido nos durará entre dos y tres meses -el efecto remodelante por compresión se supone que nos durará más-. He leído muchas críticas en foros a este aspecto, pero si lo piensas bien es mucho más de lo que te duraría un envase de crema anti-celulítica, con la ventaja de que esto es, en teoría, mucho más cómodo y fácil de aplicar.
Lo que no me acaba de quedar del todo claro es el tema del funcionamiento. Porque se supone que el Q10 se va liberando con el movimiento por lo que lo más sensato sería pensar que están concebidos para llevarlos mientras hacemos deporte, pero en el envase pone literalmente: Puedes usar Nivea Leggings Q10 Plus Reafirmante & Remodelador a diario: para pasear, en el trabajo, cuando te relajas en el sofá, mientras duermes o haciendo deporte. ¿En qué quedamos entonces? ¿Hay que hacer deporte con ellos puestos o basta con sentarse a ver la tele mientras los llevamos? Un poco contradictorio.
Así que como estos días con tanto trabajo no tenía previsto hacer deporte, anoche después de darme una ducha me puse los leggings para dormir (de ahí la foto de cabecera), porque al fin y al cabo yo me muevo mucho mientras duermo, así que tengo la esperanza de que algo hagan. Y ya de paso esta mañana me los he dejado puestos para ir a trabajar -en parte también porque tengo miedo de no ser capaz de volver a meterme en ellos si me los quito antes de que den un poco más de sí-.
Lo dicho, que soy un poco escéptica con estas cosas, pero como no es un tratamiento engorroso de aplicar he decidido darles una oportunidad y volver a escribir sobre ellos dentro de varias semanas para contaros si realmente se nota alguna diferencia, si funcionan o no. Bueno, también he decidido que nunca jamás de los jamases volveré a probarme nada en Primark. Prefiero seguir llevándome prendas de distintas tallas a casa y devolver las que no me queden bien, como antes, por el bien de mi paz mental.
¿Alguna de vosotras ha probado estos leggings milagrosos de Nivea? ¿Se nota mejoría en la piel con el uso?





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