A mí las comilonas navideñas no solo me pasan factura a la hora de subirme a la báscula: también noto la piel mucho más grasa, con brillos y con cierta propensión a los granitos por culpa del exceso de grasas y azúcares que suelen acompañar a las últimas semanas del mes de diciembre. Lo normal es que con la vuelta a la dieta equilibrada habitual la piel se vaya normalizando poco a poco, pero no está de más si le echamos una mano.

Por eso en mi Cosmoclip de esta semana os cuento paso a paso cómo fabricar un tónico casero a partir de dos ingredientes muy fáciles de conseguir: zumo de limón y aceite de árbol del té.

El limón actúa como astringente y nos ayuda a regular el exceso de sebo de la piel, además de tener efecto blanqueador y ser un potente antimanchas natural. Y el aceite esencial de árbol del té tiene propiedades antiinflamatorias además de un gran poder antibacteriano y antiséptico, lo que lo convierte en un producto imprescindible en el neceser de aquellas personas con pieles acneicas.

Este tónico casero es perfecto para complementar nuestra rutina de limpieza e hidratación mañana y noche, pero también podemos llevarlo en spray en el bolso para aplicarlo a lo largo del día, cuando notemos la piel cansada.