Mientras se van diluyendo poco a poco todos los interrogantes que rodeaban al fulminante despido del diseñador John Galliano de la casa Dior sin que por ello se disipen las dudas, y cuando aún parece bastante incierto su futuro más inmediato, me niego a que caiga en el olvido ahora que ya no despierta el interés de los medios allá desde donde esté esa clínica de rehabilitación en la que se ha escondido.

Por eso esta tarde quería darme el capricho de deleitarme un ratito en su última colección de alta costura para Dior, un verdadero lujo. Porque sean cuales sean los motivos para su linchamiento social (que yo sigo pensando en una encerrona para evitar un despido injustificado y su consecuente y millonario desembolso económico), lo que está claro es que Galliano es un genio y un auténtico visionario de la moda.