Cuando era adolescente cometí la locura de empezar a depilarme las cejas por mi cuenta, sin que nadie me asesorara lo más mínimo. Estoy profundamente agradecida de que por aquel entonces aún no se hubieran inventado los selfies, y de que por lo tanto no haya demasiadas fotografías de aquella época de mi vida. Pero lo malo de depilarse en exceso es cuando intentas que todo vuelva a su ser. Porque hay algunos pelitos a los que les da por empeñarse en no volver a salir.

Así que, entre el exceso de depilación y que encima tengo un montón de pelitos que son tan rubios que parecen casi invisibles, he tenido que volverme una verdadera experta en lo que a trucos de maquillaje se refiere. El que os cuento hoy lo compartió conmigo una maquilladora que conocí en un rodaje. Me dijo que se usaba mucho para disimular las zonas despobladas de las cejas, y debo decir que funciona. Lo mejor de todo es que los elementos que se necesitan son de lo más corriente y están en cualquier neceser: cacao de labios, polvos sueltos o compactos y máscara de cejas. Os lo explico todo en mi Cosmoclip de esta semana.