Además de para ayudarnos a controlar olores indeseados, el desodorante puede ser el protagonista de innumerables trucos caseros y de belleza, sobre todo en su formato en barra. Hace algunos años, cuando hacía el videoblog de Primeriti, os conté que lo utilizaba para mantener a raya los brillos de la conflictiva zona T en esas ocasiones especiales en las que por ejemplo me hacía un maquillaje de fiesta que quería que durase muchas horas.
Pero la verdad es que lo uso para otras muchas cosas, como para evitar las rozaduras de las sandalias o que las gafas de sol se me resbalen continuamente, o para conseguir que el pelo me dure más tiempo liso las pocas veces que uso la plancha en verano. Os cuento todos los detalles en el Cosmoclip de esta semana.