Yo ya soy cinturón negro en eso de viajar únicamente con equipaje de mano, independientemente del destino al que me dirija o de cuántos días vaya a pasar allí. No os imagináis la paz mental que supone poder moverse de forma ágil por estaciones y aeropuertos sin tener que cargar con un maletón lleno de cosas que probablemente no vas a utilizar y que con toda seguridad no necesitas. Eso por no hablar de lo liberador que resulta el llegar al aeropuerto de destino y poder irte directamente a la cafetería más cercana a tomar algo en lugar de perder tres cuartos de hora extra dando vueltas como un idiota alrededor de la cinta portaequipajes, cruzando los dedos no vaya a ser que la aerolínea de turno te haya hecho la faena de mandar tu maleta a otro país.
Y por si todo esto no fueran suficientes ventajas también hay que tener en cuenta que es mucho más sencillo encontrar tarifas baratas si renunciamos a facturar maleta. Así que es sin duda un sacrificio que merece la pena si queremos tener la posibilidad de viajar más a menudo.
Pero cuando no se está acostumbrado a ir solo con equipaje de mano es habitual creer que hay cierto tipo de prendas que no podremos llevar en una maleta pequeña sin pagar el precio de tener que ponernos a planchar cuando lleguemos a nuestro destino. Y nada más lejos de la realidad: solo es cuestión de dar con la técnica adecuada para poder llevar desde blusas a vestidos de fiesta en cualquier maleta por minúscula que sea. O incluso blazers y todo tipo de chaquetas, tal y como os muestro en el Cosmoclip de esta semana.





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