Sé que no todo el mundo se atreve a retocarse el tinte en casa y que hay quienes prefieren mil veces esperar a que abran de nuevo las peluquerías para poner a punto la melena. Pero mientras tanto sigue tocando trabajar o atender videollamadas si somos de los afortunados que podemos trabajar desde casa.
Y para esos casos, si no tenemos la auto confianza suficiente como para lucir nuestras raíces en su estado más salvaje, nada como echar mano de uno de los accesorios estrella de la temporada estival: los pañuelos a modo de turbante o diadema.
Un pañuelo bonito también puede ser de gran ayuda para cuando por ejemplo queremos espaciar un poco más de lo habitual los lavados para darle un respiro a nuestro cabello pero no queremos renunciar a estar presentables durante esos días. O puede incluso ser nuestro salvavidas si nos ha dado por experimentar con nuestro flequillo durante la cuarentena y no estamos muy satisfechas con los resultados.