Llevar en la maleta vestidos de tejidos vaporosos y conseguir que lleguen a su destino sin arrugas es todo un reto, pero en el caso de los vestidos camiseros la dificultad se la tarea se multiplica de forma exponencial.
La mayoría de los vestidos de fiesta o de verano pueden doblarse siguiendo estas indicaciones —de hecho yo llevé así mi vestido de novia para la boda civil en mi maleta de mano y conseguí evitar tener que plancharlo antes del gran día—. Pero el vestido camisero nos lo pone un poco más complicado por el cuello y las mangas, y porque por el tipo de tejido es muy probable que llegue hecho un higo si lo enrollamos sin más.
Pero basta con echar mano de alguno de los dos trucos que os cuento en mi Cosmoclip de esta semana para perderle el miedo a llevar este tipo de vestidos en nuestra maleta, y que son perfectamente válidos para llevar también camisas masculinas. ¡Espero que os gusten!
Un comentario sobre “Así doblo los vestidos camiseros para que no se me arruguen en la maleta”