La primera vez que vi un bote aplicador de quitaesmaltes pensé que era uno de esos grandes inventos de la humanidad que debería de habérsele ocurrido a alguien mucho antes. No os podéis imaginar la manía que le tengo a lo de desmaquillar las uñas con algodón. Tanta, que yo creo que no he empezado a disfrutar realmente de la manicura hasta que he tenido la tranquilidad de saber que podría librarme de forma fácil y rápida del esmalte de turno.
La única pega que se me ocurre al pensar en los botes aplicadores de quitaesmaltes es que no todas las marcas los comercializan. Y a quienes somos un poco maniáticas al respecto cuando por fin encontramos una marca que nos gusta, no nos queda más remedio que tirar de brico-cosmética y manualidades para fabricárnoslo si no lo venden ya en este formato, tal y como os muestro en este nuevo Cosmoclip.
Lo bueno de tomarte la pequeña molestia de fabricar este bote aplicador casero de quitaesmaltes es que podemos cambiar las esponjas cuando ya estén muy manchadas, o regular la cantidad de líquido que queremos dentro del envase, en función de si necesitamos eliminar por ejemplo un esmalte más oscuro o con purpurina.
¿Qué os parece esta idea?
me parece la mar de practico, probare
Me gustaMe gusta
¡Pues ya me contarás!
Me gustaMe gusta
No me veo con mucha maña.jejejeje..
Besitos
Me gustaMe gusta